miércoles, 4 de junio de 2008

Empezando por el final


Aquí va una foto del equipo que nos hicimos la última semana de rodaje. Este día estábamos en la casa de citas del último capítulo, y era el cumpleaños de Dani Martín. Menuda fiesta. Se pasó trabajando todo el santo día.
En este lugar estuvimos dos días encerrados resolviendo la trama de la famosa cinta de vídeo con la prueba de la inocencia de Mateo. en realidad, era una casa particular que invadimos sin ningún pudor. Primer aprendizaje, pequeñuelos: si algún día suena el timbre y a vuestra puerta llega un amable jovenzuelo ofreciendoos varios centenares de euros (o algún que otro mil, dependiendo de vuestra choza) por "rodar unos planos", "estar en vuestro salón, nada más", "pasar unos cables, pero sin entorpecer el paso..." cualquier zarandaja de este calibre... ¡Negaos tajantemente! ¡Cerradle la puerta en las narices! Nunca he adivinado por qué la gente acepta que entremos los de la farándula a rodar en sus casas; máxime si además, como era este caso, no eres precisamente pobre...
En fin, que transformamos una honorable casa en una casa de citas llena de monitores y velas. nos llovó todo lo que quiso y destrozamos el jardín con nuestras pisadas. le llenamos las piedras blancas con sangre de mentira y tuvimos que acuchillarle el suelo después de nuestro paso.
Ramón Barea casi mata a Tejada de verdad, no sólo en la ficción; pero esto merece una entrada propia para narrar más del instinto asesino de Barea (pobre, es un cielo, pero algo impulsivo...)