La foto que os mostraba abajo no corresponde al final del rodaje. Aún nos quedaban varios días bastante liosos. El último día de exteriores (el equipo de exteriores se bautizaban a ellos mismos "espartanos", y gritaban el famoso aullido de "300"; así eran las batallas de cada día, es la verdad) estuvimos en las Tablas, un barrio nuevo de Madrid, haciendo la persecución de Corso y Mateo contra Bianca y su chulo. Lo hicimos todo sin permiso ninguno. Como era el último día, el jefe de producción se tiró a la piscina. En realidad, ya nos habían denegado los permisos en el centro de Madrid, así que nos vinimos aquí a hacer esa secuencia, donde atravesamos una vía de tren, hacemos varios trompos, nos perseguimos en paralelo en calles prohibidas y acabamos estampando el coche de Bianca contra otro. Creo que nunca se enteraron en el Ayuntamiento... fue un día muy duro para todos, pero estaba todo muy bien planificado y salió bien. Justo llegamos al final de la jornada con el plano final sobre el puente de la m-30... a la hora del atasco, que queda muy bien reflejado en la secuencia.
El último día de verdad fue en plató, y correspondió a las últimas secuencias del capítulo. Fue una especie de coincidencia mágica que naturalmente llenó de emoción todo el momento. Hubo una especie de silencio ceremonial en la secuencia de las despedidas, que culminó en una broma-homenaje a Dani, y a todos en el equipo, con el último plano:
Lo último que rodamos fue el ascensor, cuando Corso se va definitivamente. Una vez tuve lista la secuencia, pedí una toma más con unas palabras que debían servir de contraseña "hemos tenido un problema técnico, hacemos otra...". Entonces todo el equipo se colocó ante el ascensor, y al decir "acción", abrimos la puerta y Dani alucinó de encontrarnos a todos allí. fue un final lindo.
Oye, que no cuento todo esto con nostalgia, ¿eh? La conclusión de todo aquello es que nos lo pasamos en grande haciéndolo, aprendimos un montón, hicimos buenas migas y nos sentimos felices con el resultado. Cuando estas cosas te pasan en la vida, hay que recordarlas con placer, y ya está.
