En el INM ya me conocen y lo hacen a posta

En años anteriores siempre hemos tenido movida metereológica, cuando fuimos a la playa con Cuenta Atrás, la marea casi hace reventar el barco contra las rocas. En el equipo siempre se ríen de mí, porque cada vez que me toca rodar parece que atraigo a la lluvia, que si me van a sacar por los pueblos como a los santos, en procesión, porque cada vez que llega Pablo Barrera a alguna localización, allí llueve por primera vez en milenios.
el año pasado, rodando 1Bala para el Rey, cayó una gota fría el segundo día de rodaje. Fue de tal magnitud que hubo que cambiar las caravanas de sitio pues corrían riesgo de salir flotando. Los ayudantes de realización que estaban trabajando dentro de una de ellas tuvieron que esperar hasta las doce de la noche para conseguir bajar (y pisar tierra firme). Aquello nos obligó, al día siguiente, a improvisar un rodaje en el interior de un centro comercial, ya que íbamos a ir a un mercadillo al aire libre y aquello estaba impracticable.
Por otro lado, soy un hacha de las previsiones. Aquel día acabamos en el interior a las dos, y en media hora, hacía un sol radiante que nos permitió rodar al aire libre, que era lo que había yo previsto. Tengo un cuñado muy aficionado a la metereología, que me pasó el vicio de mirar las páginas web, americanas, alemanas, de mar, costa, viento... Al final el vicio se lo pegué a los de dirección y producción, y ahora lo primero que hacemos al iniciar una producción es suscribirnos a la versión profesional de alguna de estas páginas, a las que acudimos con devoción cercana a la idolatría para confeccionar el plan de rodaje.
Se ve que a los del INM (insitituto nacional de metereología) no les hace gracia que mire páginas extranjeras, e invocan a Manitú para que caiga sobre mi cabeza la peor de las maldiciones cada vez que me voy a rodar (La pertinaz sequía que nos asoló durante años terminó en 2007, si recordáis... justo cuando comenzó el rodaje de Cuenta Atrás).
Por si acaso, confieso que también tengo avisada a la madre de Sole, nuestra peluquera, para que ponga huevos de ofrenda a las monjas de al lado de su casa, en Cádiz. Igualito que las novias (aunque yo, como Letizia, no he tenido mucha suerte con este truco).
El caso es que allá nos hemos ido diez tíos a localizar a nuestro pueblito en la costa, y desde lo alto de un satélite uno del INM me ha mirado y ha pensado: "Coño, si es Barrerita el de globomedia... vamos a ver qué tenemos por aquí... ¿Relámpagos? ¿Tramuntana? ¿Gota fría? No, mejor que se confíe... pongamos sol".
En resumen: Según la prensa, no se recordaban temperaturas tan altas en la provincia desde... ¡1913!.
Y casualmente allí estaba el Barrerita con otros diez capullos arrastrando los guiones por la playa todo el santo día. Si es que no aprendo.